Se aborda un tema actual y que realmente afecta a "casi" toda la población mundial, y mas aún mujeres.
Desde mi humilde opinión sostengo que vivimos en una Cultura de la Imagen desde hace muchísimos años, pero con el auge de las redes sociales hoy, y la tinellización cultural, el cuerpo pasa a ser una mercancía. Riesgo hay varios, tales como distorsión de imagen corporal, baja autoestima, inseguridad, trastornos de la alimentación.
Sin mas, aquí la síntesis...
PUBLICITOPATÍAS
Antes del siglo XX, las comidas
calóricas y abundantes eran para la clase alta, por lo tanto la obesidad y el
poder económico estaban relacionados.
Luego del siglo XX la obesidad se
asocia a grupos socioeconómicos inferiores.
Los tres tipos de “mujer ideal” a
través del tiempo:
Siglo V, corpulencia como símbolo
de vientre fértil.
Siglo XVII, se acentúan pechos y
nalgas como símbolo de mujer maternal.
Siglo XX, se borra todo lo
anterior y se valora la renuncia a roles tradicionales.
Los cambios sociales traen como
consecuencia cambios estéticos corporales. Quienes encarnan las características
del modelo impuesto tienen razón para autovalorarse positivamente y quienes se
apartan sufren baja autoestima.
En nuestra época posmoderna, la
delgadez significa atletismo y una sexualidad liberada de obligaciones de
reproducirse. Las cosas suceden de modo tal como si en los grupos sociales
donde abunda el alimento, no existiera la experiencia de hambre y se pudiera
practicar el lujo de no comer.
¿Cómo se generan entre nosotros
estos modelos estéticos corporales en el mundo occidental? A través de los
medios de comunicación que operan como portavoces y creadores de estereotipos
estéticos corporales que influyen en la población.
La difusión de las publicidades
de este tipo se produce predominantemente con el sexo femenino entre los 15 y
24 años, en clases sociales medias y altas y en las grandes capitales.
Hay certeza que la imagen que
devuelve el espejo desde la realidad nunca puede coincidir con el ideal.
El paradigma del cuerpo social el
que mediante el estímulo publicitario opera como factor desencadenante,
completando la predisposición que ya habían preparado los factores heredados,
junto a las vivencias infantiles.
¿A qué apela la publicidad? Al resentimiento y a la belleza como único
valor.
Tras las propuestas publicitarias
se genera demanda del tipo narcisístico, donde la otricidad no existe, el
cuerpo es un puro imaginario autoerótico, que seduce pero es inalcanzable.
Este artículo fue trabajado para la
materia "Psicopatologia IV" en la Universidad Kennedy,
deseo que les sea útil la reflexión ya que se puede laburar
bien en la secundaria, tanto para las materias como Psicología
o Salud y Adolescencia.
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