Por ello, se toma a la familia como
un sistema, que refleja la negentropía, sostenida por mitos y reglas
familiares, patrones de comportamiento que hacen a la homeostasis. Esto para evitar el desorden el caos, que
generaría la entropía.
Cuando se trabaja desde esta línea
de pensamiento, hay que tomar la cibernética de primer orden y la cibernética
de segundo orden. La primera refiere a
los sistemas observados, y nosotros como pasantes nos ubicábamos como
observadores del sistema familiar. Por
su parte la segunda, apunta a la desviación, la retroalimentación positiva
(feedback positivo). A diferencia de lo
que se dijo antes sobre la homeostasis mantenida por los mitos familiares por
ejemplo, en éste caso, se plantea la
idea de homeodinámica de los procesos sistémicos. Que llevaría a la estabilidad a través del
cambio.
Esta cibernética del segundo orden,
es la de los sistemas observantes.
Quiere decir que el observador es parte de lo que observa. Este se insertaría en la visión del mundo de
la familia pudiendo generar nuevos puntos de vista, “ver más lados de las
cosas”.
Pero nos
preguntamos qué es un sistema, ya que tomamos a la familia como tal. Y de allí se desprende la idea de, un conjunto
de elementos, las relaciones entre esos elementos y sus atributos. En nuestro caso, se evalúa la relación entre
los objetos del sistema, es decir, las personas, y sus pautas de comunicación,
su conducta. Todo en un determinado contexto, un medio del cual son parte.
Existen tres conceptos fundamentales
para esta corriente de la psicología, que se vinculan intrínsecamente con la
terapia familiar.
Primero
ubicaremos el concepto de totalidad, que refiere que la conducta de cada
individuo en la familia está relacionada con la conducta del resto de los
miembros y depende de ésta. La conducta
es comunicación y por lo tanto habría una mutua influencia de ellos. El siguiente es el de no sumatividad, cuya
idea es que, el análisis de la familia no es la suma del análisis de cada
miembro.
Al P.I. se lo toma como
emergente de una problemática familiar, y se trata a toda la familia, no las
particularidades de cada uno; debido a que la conducta sintomática es inherente
al sistema. Por último mencionaremos la
retroalimentación y homeostasis. Esto
enseña que hay que evaluar al sistema desde lo que lo sostiene, su naturaleza,
mitos, posibilidades de desviación o no.
Las cuatro
etapas de la entrevista que propone la teoría sistémica.
Estos sugieren que el primer momento es el
contacto social, en las que se recolecta la información necesaria, los vínculos,
su nivel cultural, haciendo hablar a todos.
Luego, la definición del problema, aclarando los motivos de consulta y
si todos opinan lo mismo sobre eso. La
etapa siguiente es la de interacción, la cual permite al terapeuta ver reglas,
mitos, crisis, aproximándose a las dificultades. Y por último, el contrato terapéutico, se
delimita el problema, los objetivos y se realiza alguna intervención.
Deseo que les sea útil! A mi me encantó! Abrazo
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